
Quito (EFE).- La portavoz de la Presidencia de Ecuador, Carolina Jaramillo, aseveró este lunes que no negociarán ni retrocederán en la decisión de eliminar el subsidio al diésel, medida que ha provocado protestas que, hasta el momento, han dejado un manifestante fallecido, doce militares heridos y 17 uniformados «secuestrados».
«El Gobierno del Presidente Daniel Noboa es claro: no vamos a negociar y no vamos a retroceder porque esto significaría dejar de entregar beneficios directamente a quienes más lo necesitan», dijo en su rueda de prensa semanal.
El Gobierno comenzó a entregar incentivos y compensaciones a distintos sectores, gracias a los alrededor de 1.100 millones de dólares que calcula se destinaban antes al subsidio al diésel.
Beneficios tras el fin del subsidio
Jaramillo reveló que, hasta el momento se entregó el Bono Raíces a 83.000 familias, de las cuales 1.803 son de la provincia de Imbabura, que se mantiene como el foco de las protestas, que este lunes entran en su segunda semana.
Además, entregaron a transportistas 10,5 millones de dólares, «existen 865 beneficiarios de la provincia de Imbabura» y se han entregado 140 tractores, de los cuales 39 han llegado a manos de mujeres, anotó.
«Hemos beneficiado a más de 35.000 familias campesinas de la provincia de Imbabura, de las cuales 12.000 tienen cabeza de hogar femenino, generando una transformación social de política pública nunca antes vista en el país», dijo.