El presidente de Haití, Jovenel Moise, fue asesinado este miércoles en la incursión de un comando en su residencia privada en Puerto Príncipe, un magnicidio que desestabilizó la ya frágil situación política del país caribeño.
El primer ministro interino, Claude Joseph, asumió el poder tras la muerte de Moise, declaró el estado de sitio durante 15 días y garantizó que la situación del país está “bajo control”, para lo que ordenó desplegar la Policía y las Fuerzas Armadas, que lograron interceptar a varios de los asaltantes.
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